Que los habitantes de Santa Marta anhelen el deseo de querer tener una ciudad transformada en cada uno de sus ámbitos de desarrollo Espiritual económico, político, turístico y cultural; creando en sus corazones la necesidad de buscar de Dios y animándolos a demostrar el sentido de pertenencia y la cultura ciudadana que se necesita para que disfrutemos de una ciudad diferente.