El pueblo de pescadores es ahora uno de los destinos más visitados por colombianos y extranjeros. Santa Marta tiene atractivos de sobra: sus calles rejuvenecidas, sus casonas reparadas y pintadas como para recordar que esta es la primera ciudad fundada en América del Sur, un pasado histórico para sacar pecho pues allí pasó los últimos días de su vida El Libertador Simón Bolívar.
Pero no solo por eso es una ciudad que vale la pena visitar cada vez que pueda. Muy cerca, a solo 10 minutos en carro se encuentra Taganga , pueblo de pescadores y una de las playas que ahora está de moda entre los habitantes de Santa Marta , los colombianos y extranjeros.
La salida por la capital es relativamente fácil de ubicar. Si no viaja en carro, cualquier colectivo con la ruta al poblado lo llevará por una tarifa de 1.400 pesos. O puede tomar el taxi que cobrará unos 10.000 pesos por el trayecto. Ver el paisaje por primera vez es algo para recordar por mucho tiempo. Las olas del mar dibujan pequeñas estelas blancas sobre la superficie, mientras se observan las embarcaciones que de día descansan en la playa y que saldrán por la noche a pescar.
Al llegar los guías ofrecerán el servicio de lancha, necesaria para conocer Playa Grande, la más importante de Taganga, aunque si lo prefiere usted puede tomar el sol en el mismo pueblo. Lo mejor es animarse al recorrido en lancha por el cual le pedirán una tarifa hasta de 8.000 pesos por persona, aunque se puede negociar el precio hasta los 6.000, cuando es temporada baja, por el transporte ida y regreso.
La lancha demorará unos 10 minutos en transportarlo hacia el lugar. Es mejor llevar la nevera, los pasabocas o paquetes que vaya a consumir, aunque se consiguen estos productos en este lugar. También es posible almorzar en los restaurantes que están allá, donde ofrecerán bandejas de pescado a unos 10.000 pesos en promedio.
Por más dinero usted puede optar por otras playas más solitarias y que se acostumbra a ofrecer a las parejas. Pero Playa Grande es la alternativa para los que van en familia o con amigos en plan de descansar bajo la sombra de árboles, acostado en una hamaca o sentado en una silla dormilona.
El agua del mar es cristalina y permite ver algunos peces de color amarillo y negro coqueteando a los bañistas. Un mejor plan es atreverse a ‘caretear’ cerca a los riscos y admirar especies de coral, peces y otras especies que viven en las grutas de este lugar.
La mayoría de turistas regresan a las 4 de la tarde, pero no se preocupe si demoran un poco más y lo recogen entre las 5 y 5 y 30 de la tarde para retornar a Santa Marta. El regreso será igual de placentero y usted estará seguro que algún día retornará a visitar este pueblo de pescadores, uno de los bellos paisajes que tiene el departamento de Magdalena.
Fuente:http://www.eltiempo.com/