En el marco de los 500 años de Santa Marta, el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) se reestructura para enfrentar los desafíos y necesidades de una ciudad que crece y aspira a un desarrollo urbano sostenible. La modificación excepcional 2024 – 2025 del POT no solo responde a los desafíos actuales, sino que se convierte en una hoja de ruta hacia una Santa Marta más moderna y comprometida con el medio ambiente.
Este nuevo enfoque se articula bajo cinco pilares fundamentales: Agua, Transición Energética, Adaptación, Biodiversidad y Simplificación Normativa.
El POT, según la Ley 388 de 1997, es el instrumento de planificación mediante el cual municipios y distritos organizan su desarrollo territorial. Este documento permite a las ciudades como Santa Marta, de forma integral, gestionar el crecimiento y planificar su estructura urbana. Por ello, esta modificación excepcional, impulsada por estudios técnicos y una visión de largo plazo de la ciudad de los 500 años.
El MEPOT o el Plan de Ordenamiento Territorial de la modificación excepcional, es muy importante para la ciudad, porque es la herramienta principal con la que contamos para para crear las condiciones de habitabilidad urbana y rural que se requieren en Ssnta Marta.
El Acuerdo 11 de 2020 es la guía que regula el POT en Santa Marta, el cual establece las reglas para organizar el crecimiento de la ciudad. Este acuerdo define cómo se debe usar y cuidar el suelo en el municipio, permitiendo un desarrollo urbano planificado, que a la vez protege el medio ambiente y promueve un modelo de crecimiento sostenible.
La norma establece cinco pilares fundamentales para el desarrollo de la ciudad, pilares que la administración busca fortalecer con la modificación excepcional del POT en el período 2024-2025.
Entre los 5 Pilares del POT: Modernización y Sostenibilidad, en primera instancia, como soporte sería el Agua, que se centra en la gestión hídrica urbana, garantizando un flujo constante. Es fundamental para el bienestar de los habitantes de Santa Marta, así como para su desarrollo. Este componente implica la conservación de cuencas y áreas de recarga hídrica, de manera que el ciclo del agua se regule naturalmente y permita evitar riesgos como inundaciones y sequías extremas.
Este pilar también abarca procesos de potabilización, reúso y tratamiento de aguas residuales. Al potabilizar el agua, se garantiza su calidad para consumo humano; el reúso disminuye la presión sobre las fuentes naturales, y el tratamiento de aguas residuales protege ecosistemas cruciales como los marino-costeros.
Como segundo pilar entraría la Transición Energética, un modelo basado en fuentes de energía renovables y sostenibles, que buscan reducir la huella de carbono, mejorar la eficiencia energética y fomentar un desarrollo económico social sostenible.
Al seguir con el tercer pilar del MEPOT, se aborda en la Adaptación, basado en una estructura urbana resistente con ecosistemas que permitan mitigar el impacto del cambio climático y a la vez adaptarse a través de soluciones verdes que generen mayor restauración, parques urbanos y espacios que contribuyan a regular la temperatura y a reducir la dependencia de combustibles fósiles.
La Biodiversidad, estaría ligada a una Santa Marta, de territorio privilegiado como Biodiverciudad, encontrando en este pilar un compromiso con la conservación de su riqueza natural. La modificación del POT contempla la protección y recuperación de ecosistemas dentro de un territorio amigable con el medio ambiente que afronte soluciones basadas en la naturaleza la triple crisis: agua, pérdida de biodiversidad y contaminación por residuos sólidos.
Dentro de la Simplificación Normativa, en respuesta a la dinámica inmobiliaria y de construcción, la simplificación normativa promueve un marco más ágil y accesible para quienes participan en el desarrollo urbano de la ciudad. El objetivo es que los procesos de urbanización se lleven a cabo de manera rápida, segura y eficiente, manteniendo un equilibrio entre la flexibilidad regulatoria y el cumplimiento de estándares de calidad y sostenibilidad a los propósitos de la ciudad de los 500 años.
La implementación de esta modificación excepcional ha sido un proceso participativo que ha contado con la colaboración de organizaciones y gremios como: Camacol, Fenalco y la Cámara de Comercio, en mesas de socialización donde se han compartido puntos de vista y propuestas de cada sector.
Próximamente se realizarán nuevas mesas con: Cotelco, Corpamag y Essmar, entre otras entidades, que contribuirán a fortalecer la visión de una Santa Marta comprometida con sus ciudadanos y su entorno.
Con esta hoja de ruta hacia una Santa Marta moderna y preparada para el futuro, la ciudad se proyecta como un modelo de innovación y sostenibilidad en la región Caribe. La modificación excepcional del POT 2024 – 2025 es un paso firme hacia un desarrollo urbano integral que asegurará que los próximos 500 años encuentren una Santa Marta mejor preparada para enfrentar los desafíos del futuro.
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