Como un enemigo, sutilmente la deuda se introduce en los matrimonios, familias y hogares. Y por supuesto, quien no va a dejarse envolver por los ofrecimientos de pago a largo plazo con un mínimo interés y el querer tener cosas que según de otra forma nunca se podrían obtener carros, casas, muebles, prestamos etc.
De una forma peligrosa las deudas roban la paz, esclavizan y enferman físicamente; además hacen que la gente se vuelva malhumorada, agresiva y hasta grosera.
Muchas personas viven en una angustia inacabable, bajan de peso, permanecen con un semblante de preocupación todo el tiempo y no pueden disfrutar de su familia, por el simple hecho de que no saben cómo pagar sus deudas. No es la Voluntad de Dios que te metas en deudas.
No debáis a nadie nada. Romanos 13:8
Aquello lo cual has pensado comprar al crédito de igual forma lo puedes comprar al contado si empiezas a ahorrar. Generando deudas lo único que encontraras es dolores de cabeza, cambios de actitud y posiblemente golpes traumáticos para tu economía. Es tiempo de empezar de nuevo.
Tal vez ya caíste en una de esas trampas y te endeudaste pero, déjame decirte que ese error casi todos lo cometen, sin embargo el detalle es que no vuelvas a caer en lo mismo, aprende a estar contento con lo que tienes.
Cuídate de no codiciar lo que los demás o la moda te ofrece, no te metas en deudas porque te aseguro que serás esclavo de las mismas.
Fuente: http://www.alientodiario.com/