Ubicado a diez minutos de Santa Marta, en la bahía de Gaira, se encuentra El Rodadero, sitio turístico muy preferido por los visitantes de la ciudad, esto debido a su infraestructura hotelera, que se ha consolidado con el paso de los años, sus playas de arena blanca, mar tranquilo y clima tropical son un excelente lugar para la practica de deportes náuticos.

Recibe su nombre por el rodadero natural, formado por la arena que se desliza contra un peñasco, la montaña de arena ubicada en el cerro adyacente a la playa, permitía a los bañistas descender rodando desde su cima, para caer en las cristalinas aguas que sirven de base al mismo; actualmente la arena que lo conformaba debido a los vientos la han dispersado y en su lugar salio a flote el peñasco que la sostenía, por lo que ya no se puede disfrutar de esta divertida actividad y en su lugar los visitantes pueden escoger entre la gran variedad de deportes náuticos que hacen agradable su estadía.

El nacimiento del sector turístico de El Rodadero sucede en el año 1954, cuando el gobernador militar, Brigadier General Rafael Hernández Pardo comienza a construir la carretera por el Cerro Ziruma, de este dirigente se afirma que fue un líder progresista que le apostó al turismo y supervisó personalmente las obras pues era ingeniero del Ejército Nacional y constataba la calidad de los materiales. En honor a él la carrera cuarta, que es donde están ubicados los bomberos, recibe el nombre de avenida Hernández Pardo. Con el apoyo nacional del entonces Presidente de Colombia, General Gustavo Rojas Pinilla, construye el Hotel Tamacá; hay que resaltar que Tamacá era el antiguo nombre del Rodadero, en honor al cacique del mismo nombre y era un Vocablo indígena que significa Casa Grande en la Playa. Todos estos esfuerzos apuntaban a revivir las playas de la ciudad para bien de locales y visitantes. En la actualidad el Hotel Tamacá Beach Resort sigue funcionando y mantiene abierta sus puertas a los numerosos huéspedes que disfrutan de la perfección de su diseño con la increíble hermosura de su naturaleza.

Luego de esto el gobernador Hernández Pardo comienza a promocionar la urbanización del Rodadero y se ofrecían lotes desde un peso el metro cuadrado, poco a poco algunos se aventuran a construir, como don Martín Bernal, un antioqueño enamorado de Santa Marta, que contrata al joven arquitecto samario Carlos Proenza Lanao, quien diseña y construye la primera casa habitacional del sector en un lote ubicado frente al mar, conocida como la Casa del Techo Negro, que aún se conserva en pie; después le seguirían las construcciones, y hoy día es un verdadero emporio turístico que ofrece cerca de 14 mil apartamentos lujosos en bastos edificios.

Desde hace varios años los turistas han otorgado otro título a la ciudad “Santa Marta Real”, esto se debe al atractivo del tipo de coches del Siglo XVIII, tirados por caballos de origen árabe, que cada noche ofrecen por las calles de El Rodadero la oportunidad de disfrutar de un hermoso paseo en familia; parejas de enamorados encuentran en ellos una manera diferente de expresar sus sentimientos, al compás del suave galope del caballo que lo tira, va marcando de manera armoniosa toda expresión que habla de los encantos del Amor.

La vida nocturna es agradable debido a la gran cantidad de sitios de interés público que tiene para ofrecer a sus visitantes, también esta la opción del paseo por el camellón para escuchar música, comprar artesanías y disfrutar del paisaje en general..