El estudio indica que, en Colombia, los pastos marinos son grandes sumideros de carbono, superando los promedios de países en América y otras regiones del mundo. Para entender un poco, las emisiones de carbono se calculan a través de unidades de medida como las toneladas métricas o mega gramos [Una tonelada métrica equivale a 1 megagramo (Mg) o 1 000 000 gramos], esto a su vez, ayuda a entender la cantidad de dióxido de carbono que es liberado de nuevo a la atmósfera y causa el calentamiento global.
Este hallazgo fue realizado en el marco de la Acción MAPCO (Manglares, Pastos Marinos y Comunidades locales: Desarrollo e intercambio de experiencias de la gestión integral de la biodiversidad y sus servicios en la región Caribe coejecutado por INVEMAR y Fundación Natura desde 2016, cofinanciado por la Unión Europea (ENV/2016/380-526), INVEMAR, Fundación Natura y el programa I-COOP+ del CSIC (proyecto COOPB20366), con el apoyo científico de Nuria Marba del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), instituto mixto de la Agencia Estatal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y la Universidad de las Islas Baleares; Oscar Serrano, Pere Masque y el estudiante de doctorado del colombiano Cristian Salinas Zapata de la Universidad Edith Cowan de Australia e investigadores del INVEMAR.
En promedio a nivel mundial, los pastos marinos capturan 140 mega gramos de carbono orgánico por hectárea. En países como México, Estados Unidos e Indonesia, este fenómeno registra entre 71 y 170 mega gramos por hectárea mientras que las praderas de Thalassia testudinum conocidas comúnmente como pasto tortuga, siendo la más abundante en el Caribe, registra valores entre 118 y 241 mega gramos de carbono por hectárea, muy por encima incluso de los valores globales. Esta información se deriva de la cuantificación del carbono secuestrado en el primer metro de espesor del suelo. La investigación tomó cuenta de los resultados de información en praderas de pastos marinos de San Andrés, La Guajira, PNN Tayrona e inmediaciones de la bahía de Cartagena.
Serrano y colaboradores, indican que la gran capacidad de acumular y almacenar carbono de estos podría atribuirse a la combinación de la elevada producción de hojas y su extenso rizoma que llega a ser de hasta dos veces mayor que la media de las especies de pastos marinos a nivel mundial y que puede contribuir a su gran capacidad de atrapar y enterrar materia orgánica, aunado a las características ambientales que puede proveer la región tropical del Caribe para estas plantas.
Los pastos marinos en la región del caribe colombiano ocupan aproximadamente 661 km2 secuestrando lo que equivale a ~ 0,4% de las emisiones de CO2 de los combustibles fósiles en Colombia, lo que podría traducirse en lo que producen 50.000 automóviles al año.
Este hallazgo es significativo debido al fuerte papel que los pastos marinos pueden llegar a ocupar en la mitigación del impacto del cambio climático y en las contribuciones nacionales determinadas de Colombia.
Estos ecosistemas, se encuentran en inminente riesgo debido, entre otros, al desarrollo costero y al gran aporte de nutrientes de origen continental. Adicionalmente, la gran variabilidad climática está causando un incremento en la frecuencia y fuerza de los huracanes que podrían llegan a ser catastróficos para los pastos marinos en la región Caribe.
“Los planes que prevengan la desaparición de este ecosistema y fortalezcan su conservación son necesarios para poder mantener su poder de secuestro de carbono, que a su vez redundará en el beneficio para las comunidades humanas por sus otros servicios ambientales como lo son la conservación de la biodiversidad y atenuación de la erosión de las playas arenosas”.
Finalmente, cabe resaltar que este estudio añade datos del Caribe sur tropical a la base de datos mundial de pastos marinos sobre el carbono azul, al tiempo que proporciona la base de conocimiento necesario para fortalecer la concientización sobre la importancia de aunar esfuerzos para su conservación no solo en el contexto del cambio climático sino también, para implementar estrategias de carbono azul tanto en Colombia, como en toda la región del Caribe.
¿Qué es Carbono Azul o Blue Carbon?
Corresponde a la materia orgánica que es creada, sepultada y exportada por la vegetación marina y costera (manglares, pastos marinos y marismas), dada esta por la transformación del carbono atmosférico a través de la fotosíntesis. En la zona terrestre esta captura de carbono permanece mientras la planta está viva, sin embargo, en la vegetación marina, la acumulación de materia orgánica propia y de otras fuentes, se realiza de una manera más rápida y puede ser almacenada en los sedimentos por miles de años. Esto convierte a manglares, pastos marinos y marismas en sumideros naturales de carbono muy relevantes en el contexto de la mitigación del cambio climático.
Más información: invemar.org.co/
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