Un estudio oceanográfico y de la calidad del agua del área donde se encuentra el emisario submarino de Santa Marta , realizado por la Universidad del Magdalena, revelo que las aguas residuales transportadas por dicho emisario no representan ningún riesgo, ni contaminan las aguas de las bahías de Santa Marta y Taganga.
La investigación fue adscrita al Instituto de Investigaciones Tropicales, INTROPIC , y se realizó durante los años 2006 y 2009, con la financiación de Colciencias, la Universidad de Antioquia y la Universidad del Magdalena.
El estudio se llevó a cabo mediante una caracterización de las aguas residuales de la ciudad, las cuales son netamente domésticas, y un análisis de los monitoreos de calidad de agua marina realizados en las bahías de Santa Marta, Taganga y el Emisario Submarino
“La investigación se hizo con fines académicos, nosotros queríamos explicar específicamente el comportamiento de una pluma de agua residual cuando entra al mar, como es su movimiento desde el punto de vista desde los cambios de densidades y el movimiento desde el punto de vista de la aerodinámica de las corrientes, pero entonces matriculado aquí con el estudio del vertimiento del emisario submarino, el objetivo principal era saber si el emisario submarino estaba afectando o no la calidad del agua en los sitios donde se agrupan las personas para usar el agua con fines recreativos” así lo manifestó, el ingeniero ambiental y sanitario, Francisco Gracia Renteria, Director del estudio.
A través de la investigación, se determinaron la velocidad y dirección de las corrientes y el régimen de mareas, que para el caso de Santa Marta tiene un rango mareal de 48cm y una clasificación mixta principalmente diurna. El T90, que es la tasa de decaimiento del material orgánico, también fue determinado en este estudio, dando como resultado un tiempo de 72 minutos en el que el 90% de la materia orgánica desaparece por acción de la salinidad y la radiación solar.
Se tuvo en cuenta una información que se recolecto entre los años 2006 y 2009 y se alimentó un modelo matemático que permitió reproducir el comportamiento del emisario submarino.
Se encontró la frecuencia con que el nivel de coliformes totales supera el límite de 1.000 por 100 ml marcando la zona en la que se superan estos niveles; esta zona se reconoce como la zona de dilución o zona de mezcla (cuya definición esta en el decreto 3930 de 25 de octubre de 2010) cuya extensión es menor a 500 metros a la redonda tomando como centro el punto de descarga de aguas residuales mediante el emisario.
En ningún caso se encontró que la descarga del emisario submarino afecta la línea de costa, es decir no hay contacto entre el agua residual dispuesta por el emisario submarino y las aguas cercanas a la costa donde se presentan playas usadas para fines recreacionales. Se encontró que el emisario submarino no representa ningún riesgo para las aguas de contacto primario ni secundario en las bahías de Santa Marta y Taganga.