El singular concurso de pesca y gastronomía alrededor de esta especie, tenía como propósito promover la pesca y el consumo del pez león para erradicarlo de los mares Colombianos.
Como si se tratará de un forajido del lejano oeste, la meta era capturar vivos o muertos la mayor cantidad de peces león, entre la bahía de Santa Marta y El Rodadero.
En esa tarea estuvieron todo el fin de semana 27 equipos, conformados por buzos profesionales, biólogos, pescadores y turistas, que se animaron a participar para contribuir a controlar esta especie invasora que está acabando con los ecosistemas coralinos en el Caribe colombiano.
La jornada ambiental, promovida por el Acuario de El Rodadero, en cabeza de Francisco Ospina De Armas, hijo del ‘Capi’ Ospina’, tuvo excelentes resultados. En tan solo dos días capturaron 593 ejemplares de esta especie, que pesaron 192,5 kilos. El pez de mayor tamaño pesó 702 gramos y el más grande medía 39 centímetros.
Aunque al finalizar la jornada los equipos que sacaron más peces, en las categorías Scuba (buzos) y Pulmón (pescadores y aficionados), fueron premiados con equipos de buceo y dinero en efectivo, el objetivo realmente era promover su consumo.
«Este es un depredador que en el Caribe no encontró ningún enemigo natural y la única especie que lo puede controlar o acabar es el ser humano. Tenemos que empezar a comerlos y verlos en los restaurantes», dijo Ospina, quien ha navegado por las islas de la Polinesia donde casi no se ven estos animales, pero se los comen porque le atribuyen propiedades afrodisíacas.
¡Hay que comerlos!
Por eso, el lema fue ‘Si no podemos vencerlos, ¡vamos a comerlos!’. Y así lo hicieron. Los cientos de peces león capturados se convirtieron en el almuerzo de los participantes y turistas que visitaban el Acuario.
Después de cortarles con una tijera las espinas que tienen en las aletas y en la parte dorsal, donde se concentra el veneno de este animal, cuya carne tiene una textura similar a la del mero, los prepararon en ceviche, fritos y asados con leche de coco.
«Es un animal delicioso, la carne es blanca y la piel delgadita. El veneno está concentrado en las espinas, no tiene glándulas internas, es totalmente epidérmico, y después de media hora fuera del agua su veneno es inocuo», explicó Ospina, a los que aún no estaban muy convencidos de probarlo.
Finalmente, el sabor convenció a los comensales. «Es muy rico, es suave, muy bueno», dijo el turista holandés Cornelis de Gooijer, quien no solo se animó a cazarlo sino que también lo probó.
A Carlos Silva, otro turista, también le gustó. «Es la primera vez que lo pruebo y está bueno. Es un sabor nuevo, pero no es pesado como el camarón», dijo y agregó que «comérselo es lo mejor porque estos peces son muy depredadores».
Ospina dijo que espera que el Invima apruebe el pez león como una especie apta para el consumo humano para que comience a servirse en los restaurantes y que los pescadores lo vean como un negocio. Por eso, durante la jornada le pagaron a cada pescador 1.000 pesos por kilo de este animal, «un precio simbólico para que ellos vean que lo pueden vender».
Fuente: http://m.eltiempo.com/